Promovido y financiado por la Diputación Foral de Gipuzkoa, el proyecto permite contrastar las innovaciones y mejoras de producto con las personas consumidoras, reduciendo la incertidumbre inherente al mercado, todavía más complejo en estos tiempos debido a la inflación.
Esta edición de FOODERS la lidera Casa Eceiza con la colaboración de Bodegas Elosegi, Brioche Pasquier, Iparlat y Mala Gissona. También colabora Prosumerlab, que conecta a las empresas con las personas consumidoras mediante su panel Profooders. El proyecto cuenta con la promoción y financiación del Departamento de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural de la Diputación Foral de Gipuzkoa.
El principal objetivo de FOODERS es mejorar el proceso de innovación y lanzamiento de los nuevos productos, poniendo en el centro a las personas consumidoras. Construir un proceso de interacción con ellas permite las empresas incorporar datos de cliente a su toma de decisiones y conocer al detalle sus necesidades. En este sentido, el Observatorio de Innovación de Kantar asegura que la falta de adecuación del producto a las necesidades reales de consumidores es la principal razón para que el 75% de las innovaciones en alimentación y bebidas acaben fracasando en menos de un año tras su salida al mercado. Una circunstancia especialmente preocupante en la coyuntura actual, que resulta un freno para la innovación en el sector.
Las empresas alimentarias se enfrentan, por tanto, a un nuevo reto. Los incrementos de costes han conllevado subidas de precios que han arrastrado el incremento del IPC y la consecuente pérdida de poder adquisitivo de las personas consumidoras. Y aunque el alimentario sea un sector poco elástico a subidas y bajadas de precios, por ser una necesidad básica, se empieza a observar una mayor predilección por productos en oferta, primeros precios y marcas propias.
El sector alimentario vasco se caracteriza por competir desde el valor añadido y la calidad de sus productos, reconocida a nivel mundial. Por ello, el hecho de que las personas consumidoras se decanten por opciones que priorizan el factor precio supone un riesgo para su sostenibilidad económica y social. En estas circunstancias, la innovación se revela como un elemento clave para dar la vuelta a este riesgo y convertirlo en oportunidad, ya que permite acceder a nuevos públicos y mercados, incrementar precios y, además, garantiza la frecuencia de compra y la fidelidad, al no haber alternativas con las que comparar el nuevo producto.
Contraste con las personas consumidoras
En el marco de FOODERS, y a través de la comunidad Profooders que aporta Prosumerlab, las empresas participantes podrán contrastar su público objetivo (características sociodemográficas, hábitos de vida, de consumo y de alimentación, valores, preferencias, conocimientos, etc.) y analizar su reacción ante las características del producto y su propuesta de valor diferencial (sabor, textura, relación calidad/cantidad/precio percibido, intención de compra…). También tendrán la oportunidad de testar el diseño del producto, la experiencia de uso y los momentos de compra (motivación, experiencia, preferencia frente a otras alternativas, etc.).
En definitiva, este proceso de interacción permitirá a las cinco empresas disponer de una metodología, de herramientas y de procesos de contraste con consumidores, generando sinergias y compartiendo conocimiento. Todo ello, de una manera ágil y adaptada a sus necesidades. De esta manera, BASQUE FOOD CLUSTER busca ayudar a las Pymes alimentarias a mejorar los procesos de desarrollo de nuevos productos, reduciendo incertidumbres, ahorrando costes y teniendo mayores probabilidades de éxito.